Diálogo constante
donde el interlocutor soy yo misma
la pérdida de la coherencia
no puede estar lejos.
Me descanso en la profundidad de lo concreto
esos pequeños orgasmos arquitectos
esos amores fluctuantes
sólo momentos.
Me acomodo con la taza de té en mi destino
no me quejo
bailo, salto, vuelo, da igual
estoy acá.
Debo tener alguna pincelada esquizofrénica
de lo contrario
no percibiría en mi mente
estas cosas sin sentido
-lo entiendo-
La neurosis
no es un plato fino
pero con él me contento
no soy alguien agradable
no pretendo serlo
aunque podría fingirlo, si así lo deseo.
Voy saltando charquitos
abandonando
la necesidad de buscar fundamento
a las últimas locuras
por ahora sólo son intentos
en borrador
nada perpetuo.
