Es el conjuro
y el silencio
los que ganan la partida
La Mandrágora
llora dolida
La despersonalización
fue premeditada
puse a dormir la Magia
con alevosía
y me convertí en lo que más odiaba.
¿Cómo volver sobre mis pasos?
¿Me encuentro preparada?
Algo aún me llama
pero
si no respondo
olvidaré la magia
me encontraré sentada
día tras día
en la monotonía
de una vida igual
e inventada
por cada ser humano con miedo
de enfrentar su naturaleza y destino
fugaz, mortal y olvidada.