La sincronicidad
y un espacio que se hace
más pequeño cada vez.
Mira
el mismo mundo que ven los otros
pero lo ve distinto.
Se enajena en silencio
se hace mimo
sin darse cuenta
ni por un momento
que esa humildad es justamente
la grandeza de la escencia
que porta, que admiro y agradezco.
El aspecto más oscuro
de todos los presagios.
El fracaso que avisaron
todos los relojes
no ha menguado.
Los desencuentros compañeros
todos estos pájaros
el abismo hipócrita
de detractores inhumanos
estos fracasos.
Vamos tropezando entre las flores
entre los años.
Abrimos las compuertas
salen los demonios
y acarician la pierna al destino.
Van saltando
de rueda en rueda,
en círculos del pasado.
Respiro.
Me acomodo
al costado del naufragio
hace largo rato
que ando en el olvido
ya no me espanto.
Me sigo preguntando
si preveo el resultado
o lo provoco.
A veces
todo es tan claro.
A grandes rasgos
conozco el desenlace
el tiempo
no ha cambiado
los presagios se cumplieron
pero el lienzo
sigue despintado.
¿Me sumergire, de nuevo,
en lo inacabado?
¿Emergeré conciente
de un futuro que es pasado?
Si pudiera elegir
¿prevendría el resultado?
¿optaría por saber,
sin sorpresa o desamparo?
Cada vez
que dan por sentado
el cariño
se equivocan.
Luego
vienen las quejas.
Nada es perpetuo
si no se alimenta.
El arte de la exageración
gana terreno
me alimento con el credo
y me convenzo
ese engaño vale menos.
Una gota de rocío
es más eterna.
Pero, si comprende
la importancia de una hoguera
de pequeños pasajeros
del universo
de lo simple
de lo interno
quizás estos cuervos ya no graznen
quizás se amaestren en silencio.
Mas, cuidado,
no lo de por sentado
pueden ser traicioneros.
El exorcismo
dio lugar al desencuentro.
Grazna a lo lejos
el pájaro negro.
En la madriguera
una araña tiene sexo con un sapo
más atrás
van los espectros.
No le tema
suelen ser simpáticos
si se sienta
y bebe junto a ellos.
¿Qué mejor festín
que el de la noche
con ratas, murciélagos
y esa luna en el cielo?
Podemos
reir en silencio
observar
e irnos lejos.
