jueves, 29 de junio de 2017


Después de tanto
caminamos
por la era de los humanos
un tanto desconfiados.

Pero hemos amado
por eso regresamos.
Queremos disfrutarnos
fragmentados.

Debíamos aprender a confiar
a entregarnos.
Si no aprendemos
habrán otras vidas
pero nunca
estuvimos tan cercanos.

Porque no te necesito para ser feliz
para vivir con alegría, comprendo,
lo puro del sentimiento.

Porque entiendo
no espero
que sientas lo mismo.
Sólo espero
que cuando lleguen las sombras
me avises
sabré enfrentarlas
estaré allí
luchando
codo a codo la guerra contigo
como fue una vez,
como siempre ha sido.

Aquí estoy, querido,
comprándome tacones
fingiendo ser rebelde.

Cuando la verdadera guerra era
empuñar la lanza
gatillar el arma
era fácil comprenderla.

Ahora
libertad se trata
de cosas más abstractas
de odios inexpugnables
de recolectar almas.

¿Cómo saber cuando hemos acabado?
¿Cómo saber
si quedan amas
de aquél viejo ábol
de la serpiente tentadora
de la fruta enamorada?

Acá las princesas se retratan
por dos o tres monedas
en cualquier tugurio inepto.
Pero visten Chanel y Versace.


Por ahí aparece 
un lobo feroz
fugazmente interesante
no lo tomarán en cuenta
si no conduce un Audi.

¿Queda algo por ver, señor mío?
Es que, acaso, ¿puede ya asombrarme algo?
Si ya hasta los sapos me aburrieron.
No es que sea exigente, tan solo
he involucionado
me contagia la pesadez
de un mundo tan humano.


Cuando le dije que a su edad
uno esperaría que tuviese
"los huevos bien puestos"
¿me habrá mal interpretado?

Con todo
-reconozcámoslo-
fue muy graciosa
su inmensa necesidad de reconocimiento
y mis ganas de desquiciarlo
no combinaban
eran un conjunto mal armado
entre tacones
y capa de agua
desafinábamos.

La identificación fálica
con su auto
era abrrida y sub urbana.
Merecía que me burlara.

Mi intención no era mala
aunque sí desubicada.
De pronto me arrepiento
(sólo un poco)
no haber saltado
a la mesa de los estirados,
moverles el palo
de ese trasero
tan perfumado.

Pero al cabo,
habría sido igual de tedioso
como despertar
sin haber amado.