lunes, 30 de abril de 2018

La lluvia sirve,
para correr entre ella,
para mojarnos
y rodeados de rocío;
entre calados besos,
reír abrazados.

Dentro de un paraguas
la lluvia, nutre quimeras,
promesas y sueños;
envueltos, sitiados,
entre querellas de luz y de truenos.

A los desolados
también les sirve la lluvia...
para comparar su tristeza.

Gabriel Capó Vidal

Cartel

Ahora que me engulle la sordera
que elevo gritos 
que suenan suave

ahora
que no respaldo dignamente lo que digo
retengo un momento
ese tiempo fuera del tiempo
intentando un rescate
de nada para nadie.

Miro de nuevo al desierto 
sin miedo
salto, me zambullo
en el caos del momento

y, aunque no sé bailar
me muevo al son del torbellino siniestro.

Todo encaja más que perfecto
los pasos crean
melodía entre versos.

Pero no me convencen

las arpas dulzonas
los amores rosados

y llega el cartel escrito para nadie
un par de pasos antes 
del abismo aberrante.

Podría ser peor.
Podríamos ser uno
y más nadie.