sábado, 19 de agosto de 2017


Me gusta la gente que ríe con ganas
al demonio risas recatadas.

Yo, que vivo,
en el otro costado del mundo
no aconsejaré como vivir
aún sigo comenzando
pero se lo que no deseo
lo que no me identifica
lo que no es parte de mi tiempo.

Mis victorias
las mido con abrazos
con la sonrisa cómplice
de algunos compañeros.

Mis victorias
no se miden con monedas, es en vano,
querer comprar amor, fidelidad,
con dinero.
Gracias a las circunstancias
he aprendido de eso.

Aunque aún me deslumbre algo brillante
no existe mediador
entre las tierras
es el alma quien se expresa
sincronías
coincidencias.

La simbología
abre un espejo
y, entre sueños,
aparece el caminante
entre planetas
siempre surge
el ave compañera.

Aprenderemos a volar, ya lo hemos hecho,
lentamente
y con paciencia.