sábado, 27 de agosto de 2016

Me retrotraigo en las eras del tiempo.
Al perderte, también me perdí a mí.
Desapareció la sangre primigenia, los sueños, los fantasmas
lo malo y lo bueno.
Olvidé lo olores, no escuché los mensajes.
Todo se volvió un lento suceder de tiempo
humano, absurdo y extraño.

Las señales vuelven, lentamente.
Y, lo siento, no voy a traicionarlas.
Tú eres parte del trato
imagina que desastre
este juego que creamos.