Perdida en la maraña de mis pensamientos
explorando el hueco profundo y negro
desde el que emergen todos los fantasmas
caprichosa, resiste la esperanza.
Camino con un pie en el cielo y otro en el infierno
pero me acompaña el cuervo.
Defensor fiel de la lealtad y de la inteligencia
me mantiene erguida
caminando hacia mis sueños.
¿Cuántas almas me han iluminado sin saberlo?
¿Cuántas, me han rescatado entre sueños?
todo con un fin. Todo con un Dios en la rutina
que pregoniza amor pero enseña de la vida.
Sumerjo mi cabeza en lo más profundo de las tinieblas
Y no temo.
A lo lejos escucho
el susurro del Mago compañero
a través del viento, a través del sol, a través del gato y
los cimientos
de una nueva Era que me tiene de testigo
y de recuerdo.