lunes, 12 de marzo de 2018


Siempre podemos volar más alto.
A veces, planeamos
intentando.
En ese vuelo bajo
comprendemos
la altura de los sueños
cuánto puede elevarse
un pájaro guerrero.

Hubo un Águila
que planeó en silencio
algún viejo Mago
que avizoró el paseo.

Entre el grupo de los desadaptados
saltando charcos
aprendieron
a no permitir que los pies
en el barro se entierren.

La práctica hace al maestro.

Escribimos en borrador
el amor en un verso.