Donde antes hubo música
hoy hay epitafios
(no me había percatado de las puertas giratorias)
que pecado
tener que darle la razón al subconsciente.
No hacen falta despedidas
volveremos a encontrarnos
bajo identidades
algo menos importantes
finalmente resolvimos el conflicto
que nos mantenía conectados
permanece un cariño de amigos
casi de hermanos.