Ahí está el eco de mis amigos
preguntándose
por qué me gustan desprolijos
o por qué me agrada andar descalza.
La vestimenta de ocasión
son estos pijamas
y despeinada.
Porque incomodo con la mirada
inquisitiva y profunda
o la pregunta impertinente
y acertada.
Reconozco
no trato de adaptarme
es todo tan aburrido e incómodo
en una caja de zapatos.
Porque charlo seriamente
con los niños
y escucho a los muertos
a los desahuciados.
Me aterra el estatismo y las multitudes
tanto como el diálogo superficial
y arreglado.
No quiero llenar expectativas
dejadme conmigo misma
y sin resultado.